Una teenager, mucha hormona y poco seso, vino pidiendo este libro. Lo que dijo realmente fue casi impronunciable e irreproducible. Claro, Auschwitz no es precisamente una palabra fácil, menos para alguien cuya gran preocupación es como posar mejor en el baño de casa.
-Las maletas de Auschwitz?-le dice Leticia para clarificar que eso era lo que pedía.
-No sé inglés.-responde la bestia peluda adolescente.
Sin palabras.
QuE Hiiiiiijo de...!
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