sábado, julio 26, 2014

Como ser una perra en cuatro simples pasos.

Ayer estabamos atendiendo con Martín, y entre otra gente que pasó, vinieron dos chicas. Una de ellos, de cabello castaño claro, ciertamente castaño; me pregunta: 
-¿Tenés alguno usado de Cazadores de sombras?- 
-No. El que lo compra se lo queda y no lo devuelve.-respondo yo. 
-Ah. ¿Y no tenés forma de conseguir alguno usado?- 
Mi cara de... "es lo que te acabo de explicar, pedazo de naba" fue más que elocuente, aunque traté de ser discreto. 
La amiga fue la que le salió al cruce: 
-Y si, si nadie lo devuelve, no hay usado.-haciendo gala de una lógica que Spock envidiaría. 
Pero donde dio el remate la amiga fue en: -Disculpala, es rubia.- 
Con Martín nos quedamos helados, además del frío que ya hacía. Si esa era la amiga no quiero saber la enemiga. 
 -No es tan rubia.-intenté arreglarla yo. 
Pero eso era insalvable, la amiga la había incinerado. e abstuve de seguir hablando, porque era para aclarar. "No es rubia, es simplemente estupida, no importa su color de pelo". Me llamé a silencio y lo dejamos ahí. Pero nos quedamos anonadados como trasero en palangana por la amiga, más que por la animalada de la chica. Finalmente Martín dijo el veredicto claro y preciso: 
-Esta te puede dar cátedra de conchudez.-
QuE Hiiiiiijo de...!

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