Hace ya un tiempo (casi un año), pasó una mujer algo tocada por el parque. Esto no es de extrañarse, ya que Parque Rivadavia tiene un imán para piruchos. Esta mujer andaba con una cámara de fotos de esas de rollo, antiquisima. Bueno, sacaba o hacía que sacaba fotos a algún que otro puestero o paseante. Obviamente, sin permiso, pero todos al ver sus movimientos y comentarios, dieron cuenta de su escasa cordura. Después se empezó a alterar cuando algunas personas se sintieron molestas. Pero más de un comentario amenazante de que "tenía su cámara bien guardada" y se palmeaba el bolsillo no pasó.
Mucho tiempo después esta misma trastornada se detiene en el puesto durante la temporada de textos del año pasado. No escuché la pregunta que le hizo a Leticia, pero por ser temporada, me imaginé que era sobre algún libro de colegio. No, como descubrí al ver la risotada que largaba Leti. El dialogo fue el siguiente, sin decir hola ni nada por el estilo, la mujer arrancó la conversación de esta manera:
Mujer: -¿Que es un moscovita?-
Leti: (Pensando que sería alguna novela o libro de cuentos que no conocía) No, no lo tengo.
Mujer: (Extrañada) ¿No sabés lo que es un moscovita?-
Leti: (Desorientada) Si, los que viven en Moscú.
La mujer se queda pensativa con la mirada perdida y repitiendo lo último que dijo Leticia. Creo que apenas dijo gracias y se fue como vino. Dejandonos extrañados entre la incredulidad y la jocosidad.
QuE Hiiiiiijo de...!
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