Debía esta foto al sitio de Animaladas desde hace mucho. Sacada de canuto en la terminal de micros de Retiro, durante uno de mis viajes. Encontré este individuo con cabeza de perro, sentado como si nada. La gente lo miraba de reojo y algo risueña. Algunos temerosos de que fuera algún loco escapado, trataban de no mirarlo. Le saqué disimuladamente esta foto para que no me viniera a reclamarme derechos de exposición de imagen o que la sociedad protectora de animales me acuse de explotación intelectual. Tengo que reconocerle algo a este personaje, por lo menos con ese disfraz reconoce que es un animal, distinto a todos los otros que intentan pasar por humanos.
QuE Hiiiiiijo de...!
El lugar para todas las inhumanidades y las aberraciones tecnicas que puede llegar a ver un joven editor de television. Mientras que por otro lado, las bestialidades que escucha y presencia, un joven vendedor de libros. En fin, en cada ambito de la vida, encontramos burros, en la UBA tambien los encuentro, en la calle y las que algunos amigos me hacen llegar. Envia tu animalada a: ichinen2000@hotmail.com
jueves, febrero 16, 2012
miércoles, febrero 08, 2012
La psiquiatría/psicología es el único negocio donde el cliente nunca tiene la razón.
Hace ya un tiempo (casi un año), pasó una mujer algo tocada por el parque. Esto no es de extrañarse, ya que Parque Rivadavia tiene un imán para piruchos. Esta mujer andaba con una cámara de fotos de esas de rollo, antiquisima. Bueno, sacaba o hacía que sacaba fotos a algún que otro puestero o paseante. Obviamente, sin permiso, pero todos al ver sus movimientos y comentarios, dieron cuenta de su escasa cordura. Después se empezó a alterar cuando algunas personas se sintieron molestas. Pero más de un comentario amenazante de que "tenía su cámara bien guardada" y se palmeaba el bolsillo no pasó.
Mucho tiempo después esta misma trastornada se detiene en el puesto durante la temporada de textos del año pasado. No escuché la pregunta que le hizo a Leticia, pero por ser temporada, me imaginé que era sobre algún libro de colegio. No, como descubrí al ver la risotada que largaba Leti. El dialogo fue el siguiente, sin decir hola ni nada por el estilo, la mujer arrancó la conversación de esta manera:
Mujer: -¿Que es un moscovita?-
Leti: (Pensando que sería alguna novela o libro de cuentos que no conocía) No, no lo tengo.
Mujer: (Extrañada) ¿No sabés lo que es un moscovita?-
Leti: (Desorientada) Si, los que viven en Moscú.
La mujer se queda pensativa con la mirada perdida y repitiendo lo último que dijo Leticia. Creo que apenas dijo gracias y se fue como vino. Dejandonos extrañados entre la incredulidad y la jocosidad.
QuE Hiiiiiijo de...!
Mucho tiempo después esta misma trastornada se detiene en el puesto durante la temporada de textos del año pasado. No escuché la pregunta que le hizo a Leticia, pero por ser temporada, me imaginé que era sobre algún libro de colegio. No, como descubrí al ver la risotada que largaba Leti. El dialogo fue el siguiente, sin decir hola ni nada por el estilo, la mujer arrancó la conversación de esta manera:
Mujer: -¿Que es un moscovita?-
Leti: (Pensando que sería alguna novela o libro de cuentos que no conocía) No, no lo tengo.
Mujer: (Extrañada) ¿No sabés lo que es un moscovita?-
Leti: (Desorientada) Si, los que viven en Moscú.
La mujer se queda pensativa con la mirada perdida y repitiendo lo último que dijo Leticia. Creo que apenas dijo gracias y se fue como vino. Dejandonos extrañados entre la incredulidad y la jocosidad.
QuE Hiiiiiijo de...!
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